Título: El año sin verano.
Editorial: Espasa.
Año: 2015.
Autor: Carlos del Amor.
SINOPSIS.
Es pleno verano, Madrid está vacío y hay un periodista que tiene tiempo y ganas de curiosear. Las llaves están hechas para abrir puertas, buzones, coches, sueños. Y vidas ajenas. Aún así, lo que menos se imagina es que se va a encontrar con una historia de amor y con una misteriosa muerte que se verá inevitablemente abocado a investigar. La vida de los otros puede resultar sorprendente.
OPINIÓN PERSONAL.
Lo primero que quiero decir es que yo no conocía a este periodista. Si, ya sé que sonará raro, pues he leído en varias reseñas que casi todos lo conocen, pero yo no....
Y dicho esto, pasemos a la novela. Lo primero que me llamó la atención fue el título: El año sin verano. ¿De verdad puede existir un año sin verano? Según nos indica el autor al principio de la novela, es que el último año sin verano, sin contar en el que está narrado la historia, fue 1816, y que si ponemos en Google (o cualquier buscador) este año, la primera entrada se refiere a que fue el año sin verano. Y si, es lo que hice... y supongo que los que lo habéis leído también lo habéis buscado, y los que no lo vais a hacer ahora :)
Pues parece que si, que ha habido varios años sin verano. En esta ocasión nos encontramos en el verano (o no verano del 2013). Nuestro protagonista, un periodista (casualmente igual que el escritor) que se encuentra trabajando en verano, de rodríguez en Madrid, intentará que tiene poco trabajo para seguir escribiendo su primera novela, ya que el anterior y único libro que había publicado era un libro de relatos (también casualmente igual que el escritor), aprovechando la paz y la tranquilidad de la ciudad. En su edificio no hay ningún vecino. Todos, incluso la portera, han marchado de vacaciones. Y una noche en la que nuestro protagonista vuelve a casa, y tiene que subir andando hasta su piso, tropieza por casualidad con un manojo de llaves. Pero no son unas llaves cualquiera. Son las copias de las llaves que tiene la portera y que dan acceso a todos los pisos de la comunidad.
" Al ir a recuperar un paquete de tabaco del cartón de reserva que guardo en el cajón de la cocina, descubrí el manojo de llaves al que la noche anterior había dado una patada en el rellano del tercero. Me fijé atentamente en él: tenía catorce llaves, todas diferentes y cada una con una pequeña pegatina con un número y una letra. Eran de casas, de los pisos de mi edificio, el juego que tiene la portera, que todo el mes de agosto estaba de vacaciones. Lo confirmé cuando la del sexto izquierda abrió mi puerta sin problemas, "Menos mal que las he encontrado yo", pensé. O vaya desgracia, según se mire."
Y a partir de aquí, el periodista hace algo que creo que nos gustaría hacer a todos aunque digamos que no. Por la noche, empieza a entrar en las casas vacías de sus vecinos, para, digamos, chafardear un poco. Pero poco se imagina que se va a encontrar con una gran historia de amor y con un asesinato.
Aunque el protagonista sea el propio periodista, yo creo que el peso de la historia la llevan unos antiguos vecinos del bloque que ya no viven allí: Simón, otro periodista, casado con Ana. Cada 20 de septiembre (la fecha en que falleció Ana), desde hace más de treinta años, Simón publica un artículo en el periódico dedicado a su mujer. Y siguiendo la pista de estos artículos, es por donde nuestro periodista descubre la verdadera historia de lo que pasó.
Una historia de la que he disfrutado mucho. Me ha gustado meterme con el escritor dentro de las casas y de las vidas de sus vecinos, a la vez que íbamos conociendo cosas de su propia vida, hasta el punto que no sabes si lo que estás leyendo es una novela o es una experiencia real del autor, pues mezcla sus vivencias junto con los descubrimientos que van a formar parte de su próxima novela.
" Durante un verano que supuestamente no debió existir, y que de alguna manera no existió para mi, murió mi padre y supe que iba a ser padre.
Estos dos acontecimientos, coincidentes en el tiempo, sucedieron mientras se suponía que iba a empezar a escribir mi segundo libro. El primero, un conjunto de relatos, había sido una especie de prueba para ver si había madera que arrojar al mundo editorial o me quedaba en el clásico escritor de un solo libro, cosa, que por otra parte, nunca había soñado hacer."
Así que, queda en la duda de todos los lectores saber si nos lo que nos está contando el autor es producto de su imaginación ... o tal vez no.
Si os apetece una novela no muy larga, escrita con fluidez y donde vais a encontrar un poquito de todo, representando lo que pueden ser las vidas de los inquilinos de una escalera, os la recomiendo. Yo creo que lo vais a pasar bien con ella. Yo por lo menos lo he hecho.
Muchas gracias a Espasa por el envío del ejemplar.