El aire que respiras - Care Santos

Título: El aire que respiras.
Editorial: Planeta.
Año: 2013.
Autor: Care Santos.

SINOPSIS.
Virginia acaba de heredar el negocio familiar: la librería Palinuro. Entre el montón de ejemplares, polvo y papeles que su padre acumuló, aparece la historia de Carlota Guillot y la búsqueda de un libro, escurridizo y caprichoso, que formó parte de una de las bibliotecas particulares mas sibaritas de la Barcelona napoleónica. Una historia prolongada a lo largo de las décadas más convulsas del siglo XIX durante las que la ciudad asistió, incrédula, a su mayor transformación: el derribo de las murallas y la urbanización de su paseo más emblemático, la Rambla.
El aire que respiras es un canto de amor a los libros, pero también a la ciudad de Barcelona. Después de leer esta gran historia coral, la ciudad no volverá a ser la misma. O será - otra vez - la que fue hace doscientos años.

OPINIÓN PERSONAL.
Me gusta Care Santos. Me encantan los libros que hablan de libros y mi ciudad es Barcelona, así que ¿que más necesitaba una novela para tener todo lo que me gusta? Pues una buena historia, enredada entre libros polvorientos donde escudriñar y bucear en el pasado y los secretos de mi ciudad. Y aquí la he encontrado.
Aunque vayamos por partes. Primero quiero decir que yo siempre suelo leer la sinopsis antes de decidirme por un libro, y aunque lo que nos cuentan en esta novela es cierto, en mi opinión no sería la sinopsis ideal del libro, en primer lugar por que Virginia, tiene un papelito muy pequeño en la historia ( y muy poco agradecido, la verdad), y en segundo porque Carlota, que si tiene un papel importante, aparece a partir de la segunda mitad del libro, y no es exactamente como lo cuenta la sinopsis... en fin, que mejor que en este caso no la leáis, y os dejéis llevar, pues la historia merece la pena.

La historia empieza en el año 1793, cuándo un joven francés,Victor Guillot, se dirige junto con su fiel amigo y servidor, el fraile Serafín Girabancas. hacia Barcelona. Y luego saltamos al presente, y nos enteramos de la muerte de Antoni Palinuro, presidente del gremio de libreros anticuarios de Barcelona, y dueño de la librería Palinuro, una de las más importante de la ciudad en cuanto a libros antiguos. Y es entonces cuándo Virginia, hija de Antonio, y abogada, hereda el negocio de su padre, e incapaz de hacerse con todo, contacta con una antigua compañera de estudios, escritora de éxito y amiga también de Antonio, para que se haga cargo de todos los papeles que estaba estudiando su padre en el momento de su muerte.

" - Últimamente a mi padre le interesaban más los papeles que los libros - explicó Virginia -. Pasaba horas mirándolos, clasificándolos, buscando la conexión que podría haber entre ellos. Decía que los papeles le contaban historias y que él disfrutaba escuchándolas. Alguna vez me contó alguna, pero yo no atendí. No tenía tiempo para estas cosas, no me parecían importantes. O igual lo que me falta es imaginación. El caso es que ahora tengo un montón de documentos que no entiendo y que mi padre veneraba. No quiero tirarlos, pero tampoco sé qué hacer con ellos. Y aquí es donde entras tu."

Y es a partir de que esta escritora empieza a hacerse cargo de estos papeles, cuándo nos vamos a sumergir en la historia de la Barcelona convulsa por la invasión francesa, y más concretamente nos centraremos en la historia de un joven italiano que vino a luchar con los franceses, pero quedó herido y se enamoró de una lavandera barcelonesa. A partir de ahí, asistiremos a toda una serie de sucesos que tendrán como protagonistas a una serie de trece libros prohibidos en la época (lo que en el siglo XX vendrían a ser los libros de La sonrisa vertical, mas o menos) robados, perdidos y encontrados pero siempre protagonistas de la historia.

Aunque es un libro largo de casi seiscientas páginas, y con una cantidad enorme de personajes, en ningún momento la historia se hace pesada ni liosa. La autora ha sabido combinar perfectamente los capítulos, mezclando presente y pasado, para crear una historia de intriga, de buenos y malos, con el telón de fondo de una Barcelona magistralmente recreada, en la que te sientes transportada a otra época.

" ¡Infames! ¡Miserables!, Ya todo se ha perdido y a nosotros, hombres de Dios, nos ha tocado padecer en esta ciudad del diablo.
Una plaza. En eso se ha convertido el lugar donde estuvieron los muros góticos del refectorio coronado por la noble biblioteca. Un lugar vacío donde vender melones, eso es lo que ambicionan los demonios liberales, que aún osan llamarse cultos. Nada les ha importado demoler el lugar que albergó veinte mil libros, reunidos con amor y sacrificio y custodiados con generosidad, puesto que fuimos nosotros quienes los pusimos a disposición de los estudiosos que quisieran leerlos, convirtiendo nuestra casa en la suya. ¿Y este es el provecho que les hizo la lectura?"

Narrada en primera persona por la escritora la parte del presente, y por un narrador ominiscente y tambien con una serie de cartas la parte del pasado, la novela combina perfectamente ambas narraciones, aunque yo personalmente me quedo con la parte del pasado, con cuyos personajes he conectado más y he encontrado más trabajada que la actual.

En defintiva, creo que puedo decir que ha sido una lectura de la que he disfrutado muchísimo, pues allí donde hayan intrigas, malos malísimos, libros por enmedio y encima la acción suceda en mi ciudad, allí me encontrareis.