viernes, 24 de febrero de 2017

Novel-la d'escacs (Novela de ajedrez) - Stefan Zweig.


Título: Novel-la d'escacs.
Editorial: Quaderns crema
Año: 1992 (1941)
Autor: Stefan Zweig.

SINOPSIS.
Sin capacidad para cualquier otra actividad intelectual, Mirko Czentovicz, se reveló, ya desde niño, como un genio del ajedrez, del que ha llegado a ser campeón del mundo. Pero, en un viaje en barco de Nueva York a Buenos Aires, se le presenta un enigmático contrincante: el señor B, , noble vienés que huye de los nazis. Uno de los pasajeros del vapor se acerca a los dos personajes acompañando al lector a la confrontación entre los dos jugadores. Novela de ajedrez nos presenta el choque de dos naturalezas antagónicas, nos muestra también, y en buena medida, la capacidad de resistencia del ser humano sometido a una presión extraordinaria. Y todo ello con unas grandes dosis de intriga y maestría.

OPINIÓN PERSONAL.
Desde que conocí a Zweig (el año pasado, no hace mucho) que no puedo dejar de leer todo lo que cae en mis manos de él. Y hace poquito me llegó esta novela de apenas 100 páginas, pequeña en tamaño, pero grande, muy grande en contenido. Además, esta fue la última novela escrita por Zweig, poco antes de su suicidio en 1942.

La historia transcurre a bordo de un barco que hace el recorrido de New York a Buenos Aires. A borde de él viaja Mirko Czentovicz, un joven huérfano, hijo de un barquero y recogido y educado por un cura de su aldea, de escasas capacidades intelectuales y un tanto zafio, que parece tener solo facultades para el ajedrez, con lo que poco a poco ha llegado a campeón del mundo. Como tal, realiza el viaje hasta Buenos Aires para hacer una gira por sudamérica.

Durante el viaje, Czentovicz se muestra esquivo y un tanto huraño con los demás pasajeros, hasta que un adinerado ingeniero escocés, que ha hecho fortuna con el petroleo en California, le reta a una partida. Aunque al principio el campeón se niega, su ansia de dinero puede más, y previo un pago acordado accede a jugar la partida contra varios pasajeros, de la que sale ganador sin ningún esfuerzo.

" El hecho de que un campeón mundial derrotase con toda facilidad a media docena de jugadores mediocres y aun menos que mediocres, era de por sí poco sorprendente; lo único que en realidad nos molestaba a todos era el modo prepotente y demasiado manifiesto con el Czentovic nos hacía sentir la facilidad con que nos había ganado. Cada vez que llegaba su turno, echaba sólo una mirada aparentemente fugaz sobre el tablero, midiéndonos con otra displicente, como si a nuestra vez tampoco hubierámos sido más que inertes figuras de madera. Ese gesto impertinente hacía pensar, sin querer, en el modo con que se tira un hueso a un perro sarnoso, apartando la vista."

El ingeniero pide la revancha, y en la segunda partida, un misterioso pasajero se pone en el grupo de los observadores, y va indicando las jugadas que el escocés debe hacer y previendo las que hará el campeón, hasta que, para sorpresa de todos, la partida queda en tablas.

El narrador de la historia, va a ver quien es el hombre que ha podido dejar en tablas al campeón. Y descubre que Mr. B es un hombre a quien recientemente se ha dejado en libertad, tras ser encerrado víctima del nazismo. Cuándo está a punto de desesperar por el aislamiento al que se ve sometido, consigue hacerse con un librito, que lejos de tener las palabras y las frases que él tanto desea leer y saborear, consiste en un manual de jugadas de ajedrez.



" Semejante pensamiento doble supondría en realidad una división absoluta de la conciencia, un abrir y cerrar a discreción de un obturador del cerebro, similar al de un aparato mecánico; querer jugar contra si mismo significa, pues, en materia de ajedrez, igual paradoja que saltar sobre la propia sombra."


El hecho de estar encerrado tantos meses en una habitación sin ningún elemento que distraiga su mente, hace que el librito de jugadas de ajedrez que consigue sea su única compañía, su única forma de desligarse de la cruda realidad que lo envuelve, y una manera de llegar casi a la locura jugando una y otra vez las partidas en su cabeza, él contra él mismo. Una tortura psicológica que puede llegar a ser tan o mas dura que la tortura física, y que el mismo Zweig comparaba con su exilio forzoso

Novela de ajedrez nos describe la obsesión y la locura que puede llegar a sufrir un hombre que encerrado en el mismo lugar sin tener ningún estímulo que le llegue de fuera. Una novela considerada autobiográfica por algunos, teniendo siempre muy presente la Alemania nazi y sus métodos de tortura. Como siempre, tratándose de Zweig, sin palabras.

12 comentarios:

  1. Yo soy admiradora absoluta de Zweig, me pasó como a ti, lo leí por vez primera y ya no he dejado de hacerlo...me recuerda la Uni, las charlas en el patio, el teatro amateur, las conferencias underground...¡Huy que mayor estoy!

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  2. Lo tengo pendiente. Es un autor que me gusta mucho.
    Un beso ;)

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  3. A Zweig lo tengo pendiente, pero no sé con qué libro suyo empezar. Este me llama porque no es muy largo, pero hace años que dejé de jugar al ajedrez y no sé si lo seguiría bien. Lo pensaré.
    Gracias y un besote.

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  4. Lo leí el mes pasado y me encantó... como de una escena puede lograr dos historias tan completas... Me gustó incluso más que Mendel el de los libros... esta semana he leído Carta a una desconocida!!
    También lo descubrí el año pasado y me gusta ir conociendo su obra poco a poco...
    ;)

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  5. No la he leído, pero Zweig es uno de los grandes grandes.
    Un beso

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  6. Yo también voy leyendo lo qu puedo del autor. Este también lo leere.

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  7. Un argumento muy interesante, aunque durillo. Besotes!!!

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  8. Qué bien perfila los personajes este autor. Me encantó esta novela!
    Besotes!!!

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  9. Esa, Carta a una desconocida y Mendel el de los libros son los que más me apetecen de este autor. A ver si les encuentro hueco

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  10. La disfruté mucho. Recientemente he leído otra novela también sobre la obsesión por el ajedrez y me he estado acordando mucho de esta, de la que ya había olvidado muchos de los detalles. Fantástica. Saludos.

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  11. No me he podido estrenar aún con este autor y no por falta de ganas. Seguiré peleando por él en la biblioteca, que me ponéis los dientes largos.
    Besos

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  12. Tengo que sacar a este autor de mis pendientes...
    Besos.

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