La marca del inquisidor - Marcello Simoni

Título: La marca del inquisidor.
Autor: Marcello Simoni.
Editorial: Duomo
Año: 2018.

SINOPSIS.
Roma, 1624. Se descubre el cadáver de un hombre aplastado en una prensa tipográfica. Un investigador cuyo pasado es un misterio, que utiliza métodos científicos y es experto en demonología y brujería, se hace cargo de la investigación.
Con la figura de Girolamo Svampa nace un extraordinario detective que se enfrenta a un intrincado misterio justo cuando la difusión de la imprenta está empezando a resquebrajar la muros del oscurantismo.

OPINIÓN PERSONAL.
Me encantan los thrillers. Sucedan en la época que sucedan son el tipo de lectura con la que me siento más cómoda, y en esta ocasión nos tendremos que ir un poco para atrás en el tiempo para adentrarnos en éste.

Nos encontramos en Roma, en 1624. Fray Pietro Rebiba, consultor del Indice es hallado aplastado bajo un prensa de un taller tipográfico. El hombre encargado de investigar el asesinato es el inquisidor Fray Girolamo Svampa junto con su ayudante Cagnolo. Svampa es un hombre extraño, con unos métodos que quizás se salgan un poco de los habituales y rodeado de un oscuro halo de misterio que procede quizás de su poco conocido pasado.

" - La sospecha es por definición una dubitatio incerta - decretó -, es decir, un error que se basa en la intolerancia, la torpeza y los estereotipos. Una contradicción en términos, de hecho, que ninguna autoridad debería tomar en consideración a menos que sea para proferir estupideces.
Francesco Capiferro, con la pipa en los labios, contempló extasiado el repentino vuelo de los gorriones.
- Por tanto - concluyó, en tono burlón -, además de tratar de ignorante a todo magíster del Santo Oficio, arrojáis por la borda las reglas sobre la sospecha y sobre la investigatio que suscribe un santidad Pablo III."

El hecho de que el cadáver haya sido hallado en una prensa de una imprenta y con una serie de papeles impresos en la boca del víctima, deja claro el papel que en la época tenía la imprenta, papel que no siempre era del agrado de la Iglesia por las cosas que se imprimían y que podían escapar del control de los censores de la época. Como ha pasado durante mucho tiempo, a la Iglesia no le interesaba que el pueblo supiera demasiado, cuánto menos cosas sabían, más fácil era doblegarlos.

Y pronto va a quedar eso más claro cuándo aparece una segunda víctima sobre una bancada de tipógrafo.

" ¡Han asesinado a un hombre, maldición! - estalló el gobernador-. Y eso es competencia mía, no de un agente del Santo Oficio.
- Estaríais en lo cierto si la naturaleza del homicidio fuese criminal - se apresuró a observar Svampa -. En este caso, en cambio, los indicios apuntan a un crimen herético, o directamente nigromántico.
- ¿Me tomáis por estúpido? A fray Severo Castellano lo han apuñalado por la espalda, no estaba poseído por el demonio.
- Ignoráis los precedentes."

La marca del inquisidor es una excelente novela de intriga histórica, en la que la religión, o mejor dicho, los representantes de la misma en la tierra, tendrán un gran protagonismo. Todo lo que la iglesia no veía con buenos ojos podía ser considerado como brujería o paganismo. Y para perseguir eso existía la Inquisición romana, también llamada Congregación del Santo Oficio. Una época oscura en la que todo lo que  podía tener indicios de ciencia, podría ser tomado también como un acto de brujería. Los choques entre la Iglesia y la ciencia estaban a la orden del día, y ese es un aspecto que el autor ha sabido plasmar muy bien. La lectura nos traslada desde los palacios donde habitaban los altos cargos eclesiásticos hasta los callejones más inmundos de la ciudad, pasando por tenebrosas cárceles como podía ser Tor di Nona.
Una lectura que recomiendo tanto a los amantes de la novela histórica como a los de la novela policíaca, que nos presenta a un peculiar investigador que en mi opinión va a dar mucho que hablar. ¿Os apetece adentraros en esa época oscura de la mano de Svampa? No os arrepentiréis, os lo aseguro.

Muchas gracias a Duomo por el envío del ejemplar.