Los secretos del faro - Santa Montefiore

Título: Los secretos del faro.
Editorial: Umbriel.
Año: 2014.
Autor: Santa Montefiore.

SINOPSIS.
Ellen Trawton está a punto de casarse con un hombre al que no ama, su trabajo la deprime y su madre se entromete en todos los aspectos de su vida. Cuándo un día descubre un puñado de cartas dirigidas a su madre por una tía Peg, cuya existencia hasta ahora desconocía, decide huir. ¿Que mejor lugar para romper todo contacto con el pasado que el imponente paisaje de Connemara? Pero tras la salvaje belleza de ese perdido rincón de Irlanda se oculta un misterio que parece imposible de desentrañar. Como la oscura y solitaria presencia de Conor Macausland, un hombre desolado por la trágica muerte de su esposa Caitlin en el viejo faro. El encuentro casual entre Ellen y Conor genera una conexión muy especial e imposible de soslayar, pero Ellen no tarda en darse cuenta de que el pasado de Conor no es lo que parece, y que su propia familia también alberga secretos en su pasado.

OPINIÓN PERSONAL.
Hubo una época en que devoraba las novelas románticas. Luego de golpe, me dio por no leer ninguna, pero hace tiempo que me estaba picando el gusanillo de reencontrame con alguna de ellas, y cuándo dí con ésta que aúna amor, misterio, secretos familiares e Irlanda, pensé: esta es la mía.

Ellen, harta de su aristocrática y estirada familia, de su novio al que no quiere realmente y de su ambiente en Londres, decide cambiar de aires y escapar de todos, y gracias a unas cartas que su madre tenía escondidas, descubre que tiene una tía en Conemmara, Irlanda, y hacia allí se dirige.
Una vez allí, descubre que tiene cuatro tíos más y un montón de primos, y que su madre nunca le ha hablado de ellos. Son una gente afable y sencilla, que viven en un precioso pueblo al lado del mar, presidido por un faro en ruinas por culpa de un incendio.

Por otro lado tenemos a Caitilin, o mejor dicho su fantasma, que tras su muerte en el faro, no se decide a irse todavía y vaga por sus queridas tierras y su castillo, para estar cerca de su marido y de sus hijos.

" Encendieron sendos cigarrillos y bebieron el té a sorbos en la acogedora calidez de la cocina. Peg siguió hablando de su familia, y su acento irlandés se enrollaba alrededor de sus cabellos cual cola de cerdo, y las suaves subidas y bajadas de su entonación arrullaron a Ellen. Bertie estaba acostado en la esterilla , gruñendo en sueños, en tanto Mister Badger estaba acurrucado en su cama. Grajita volvió a su sitio en el respaldo de la silla de Peg, pero miró a Ellen con cautela, sin fiarse aún de la desconocida que se había colado en sus vidas.
Ellen estaba tan a gusto en la cocina de Peg que hasta la hubiera abrazado."

Alternando la narración en tercera persona de lo que va sucediendo, tenemos la visión de Caitlin que nos cuenta en primera persona las cosas bajo su punto de vista. Se resiste a dejar la tierra para poder seguir estando junto a su marido y sus hijos, pero sus intenciones no son tan puras como deberían....

Una novela con una ambientación estupenda de Irlanda y sus habitantes. Con unos personajes muy bien dibujados, cálidos y entrañables, que hacen que la lectura de esta novela sea reconfortante. Con una aire a los novelas de Maeve Binchy, la autora ha sabido crear una historia preciosa en la que no faltan el romance, los secretos familiares y los misterios de pasado, aderezada con un espíritu que se resiste a dejar de ser alguien en la tierra.

" Últimamente noto que me estoy convirtiendo en un espíritu pesado, como si estuviese hecha de una niebla densa que me aplasta. Me siento muy ligada a la tierra. El cielo se me antoja tan lejano que me pregunto si algún día lo encontraré, o si tendré que morar aquí en este limbo toda la eternidad, tanteando en las sombras. La respuesta es muy simple y, sin embargo, distraída por mi malévolo propósito, soy incapaz de verla."

Una novela encantadora,  que he disfruta muchísimo y que recomiendo a los que tengan ganas de trasladarse a las mágicas tierras Irlandesas.

Muchas gracias a Umbriel por el envío del ejemplar.