La señorita Dashwood - Elizabeth Taylor

Título: La señorita Dahswood.
Año: 2012 (1946)
Editorial: Ático de los libros.
Autor: Elizabeth Taylor.


SINOPSIS.
La joven Cassandra está sola en el mundo después de la muerte de su padre. Cuando llega a Cropthorne Manor como institutriz de la pequeña Sophy, la desgastada mansión y las decadentes estatuas de la propiedad son exactamente como esperaba. Y Marion Vanbrugh es el dueño ideal: viudo, austero, distante, y aficionado a la literatura griega. Marion y Cassandra se sienten atraídos el uno por el otro, pero esta no es una novela del siglo XIX y Marion no es el único inquilino de la mansión. Está Tom, irascible y descontento; Margaret, embarazada y vorza, la inepta tía Tinty y la excéntrica y dominante Nanny.

De la misma forma en que Jane Austen contrastaba con ingenio la vida real de su tiempo con las fantasías góticas de una joven en La abadía de Northanger, Elizabeth Taylor explora con sutileza las realdades de la vida de una Jane Eyre de la posguerra en esta obre replet ade matices, publicada por primera vez en 1946.

OPINIÓN PERSONAL.
Me animé con esta novela por alguna reseña que había leído por la blogosfera. La sinopsis me llamaba mucho la atención, y la  comparación con Austen se me hacía irresistible, así que la cogí con muchas ganas, pero lamentándolo mucho, debo decir que me ha dejado un poco decepcionada. No se si os pasado alguna vez con alguna novela, con la que no lográis conectar, pero por otro lado no podéis dejar de leerla. Pues esto es lo que me ha pasado a mi con esta.

La historia comienza cuando muere el padre de nuestra protagonista, Cassandra, y esta decide aceptar el puesto de institutriz de Sophy, una niña cuya madre murió cuando ella era muy pequeña, y que vive en una destartalada casa solariega con su padre, su abuela y sus tíos, todos con un carácter bastante complicado.

Y como no podría ser de otro modo en este tipo de novela, nada más llegar, Cassandra se enamora de Marion, el padre de Sophy, un hombre retraído en su mundo y atormentado, que parece vivir constantemente con el recuerdo de su difunta mujer. Pero no és el único en la casa. El recuerdo de Violet parece flotar en la casa y en la mente de todos sus habitantes.

" El coche aminoró y giró desde la carretera hacia un camino, pasando entre unos pilares y unas estatuas de grifos agrietadas; dejaron atrás un pabellón enmohecido frente al cual colgaban restos de colada, inertes bajo la llovizna. Siguieron las curvas del camino, rodeando unos laureles hasta la casa. Cassandra, mientras bajaba del coche, se ocupaba de sus cosas y seguía a Margaret; la joven recibió una impresión de la fachada, y junto a las filas de ventanas de guillotina y un frontón muy centrado, su ojo observador arrancó y gozó de otros pequeños detalles: pedazos de estatuas desmembradas, estuco de color gris oscuro que había caído de las paredes y una lámpara de hierro forjado con el vidrio verduzco roto, al principi de las escaleras."

La fuerza de esta novela, reside, en mi opinión, más que en la historia en si, por otra parte bastante predecible, en sus personajes. Son personajes de mucho carácter, casi todos atormentados, llenos de fantasmas interiores, pero por otro lado me han resultado muy fríos lo que ha hecho que no lograra conectar con ellos y por eso la novela no ha sido lo que yo esperaba. Sus sentimientos interiores son fuertes, pero no los exteriorizan.

Por otro lado, la novela está impecablemente escrita, y la destreza de la autora para describir el alma atormentada de los personajes es formidable, pero por otro lado sus reacciones no han sido lo que yo podía esperar de acuerdo a su manera de pensar. Un retrato delicioso de las costumbres de la época, de la mano de una familia un tanto peculiar, un poco, como diríamos ahora, desestructurada que conviven, por suerte o por desgracia todos bajo el mismo techo, donde se juntan un montón de pesadillas, de odio, de rechazos, de secretos y de malentendidos.

Una buena novela, de eso no hay duda, pero que a mi particularmente, me ha dejado un poco fría.