Veinticuatro horas en la vida de una mujer - Stefan Zweig

Título: Veinticuatro horas en la vida de una mujer.
Editorial: Círculo de lectores.
Año: 2000 (1929)
Autor: Stefan Zweig.

SINOPSIS (contraportada)
La mayoría de los hombre posee escasa imaginación. Todo lo que no les afecta de una manera inmediata y no hiere directamente sus sentidos, cual dura y afilada cuña, apenas logra excitarles; mas si un día, ante sus ojos y en una proximidad palpable, acontece algo insignificante, estallan inmediatamente en una pasión desmesurada.

OPINIÓN PERSONAL.
Esta ha sido mi primera aproximación a la obra del autor, y no he podido quedar más encantada. Es una novelita corta, quizás un relato en lo que se nos narra precisamente eso: veinticuatro horas en la vida de una mujer, pero veinticuatro horas que dan para mucho y vividas con mucha más fuerza y pasión que varios años enteros en la vida de otras personas.

Nos encontramos con el narrador en una pensión de la Riviera, según nos cuenta, diez años antes de la guerra. Se respira un ambiente familiar y cordial: matrimonios de varias nacionalidades, personas que se hospedan solas... en general un ambiente relajado y familiar, cuándo de pronto un suceso rompe la tranquilidad de aquella gente: la esposa de un comerciante de Lyon, hospedada junto con su marido y sus dos hijas pequeñas desaparece de la noche a la mañana. El marido desesperado, en un principio piensa que le ha pasado algo y salen todos en su búsqueda, pero pronto todo se paraliza: la mujer no se ha perdido ni ha sufrido ningún accidente, sencillamente ha huido con un joven francés que cautivó a todos los huéspedes, y que solo se alojó en la pensión un día.

" Desde el primer momento, se evidenció que aquella Madame Bovary de tercer orden  había cambiado su cachazudo y provinciano marido por el bello y elegante Adonis. Pero lo que a la pensión sorprendía sobremanera era el hecho de que ni el fabricante ni sus hijas, ni la misma madame Henriette, hubieran visto hasta entonces ese Lovelace y que, por tanto, las dos horas de conversación por la noche en la terraza y la hora que tomaron café en el jardín hubiesen bastado para decidir a una mujer de unos treinta y tres años, respetada por todos, a abandonar a su esposo y a sus hijas para seguir a un elegante desconocido."

El único que parece comprender y, de alguno manera, defender el comportamiento de la mujer es nuestro narrador, y es por tal motivo que una anciana señora inglesa y de modales impecables, alojada en la misma pensión, decide sacarse un peso de encima y contarle precisamente, las veinticuatro horas de su vida, acontecidas más de veinte años atrás, y que le cambiaron la vida para siempre.

La narrativa de Zweig me ha parecido magistral, delicada a la hora de plasmar los sentimientos, la desesperación.. detallada pero sin hacerse pesada en ningún momento. Le lectura de esta novelita (pequeña en tamaño pero grandiosa por todo lo demás) me iba dejando una sensación de bienestar a medida que avanzaba en ella, aunque la situación que se narraba no fuera precisamente plácida, pero ha sido como una sensación de sentirse cómoda y totalmente cautivada por el escritor. En algunas ocasiones me ha parecido que estaba leyendo a mi adorado Wilkie Collins, sobre todo a la hora de narrar los sentimientos de una mujer. El párrafo en que describe, no la cara, sino las manos de los jugadores del casino, como si fueran entes con vida propia, me ha parecido espectacular.

" Nunca había visto y nunca más veré unas manos tan elocuentes, en las que cada músculo parecía estar dotado de palabra y en las que el sufrimiento parecía exhalarse por cada poro. Durante un momento, permanecieron ambas sobre la mesa, aplastadas y muertas como dos medusas echadas al borde de una ribera."

Ha sido la primera novela del autor que he tenido oportunidad de leer, pero desde luego que no será la última. Ahora entiendo a todo el mundo que me decía que tenía que leer algo de Zweig.. creo que ahora tengo ganas de leerlo todo.