La playa de los ahogados - Domingo Villar.

Título: La playa de los ahogados.
Autor: Domingo Villar.
Editorial: Siruela.
Año: 2013.
Páginas: 448.
Valoración: 9/10

SINOPSIS.
Una mañana, el cadáver de un marinero es arrastrado por la marea hasta la orilla de una playa gallega. Si no tuviese las manos atadas, Justo Castelo sería otro de los hijos del mar que encontró su tumba entre las aguas mientras faenaba. Sin testigos ni rastro de la embarcación del fallecido, el lacónico inspector Leo Caldas se sumerge en el ambiente marinero del pueblo, tratando de esclarecer el crimen entre hombres y mujeres que se resisten a desvelar y que, cuándo se deciden a hablar, apuntan en una dirección demasiado insólita. Un asunto brumoso para Caldas, que atraviesa días difíciles: el único hermano de su padre está gravemente enfermo y su colaboración radiofónica en Onda Vigo se está volviendo insoportable. Tampoco facilita las cosas el carácter impulsivo de Rafael Estevez, su ayudante aragonés, que no acaba de adaptarse a la forma de ser del inspector.

OPINIÓN PERSONAL.
Conocí a Domingo Villar y al inspector Leo Caldas con la novela, Ojos de agua, que como buena amante de la novela policíaca, me encantó.
Como en la anterior novela, en esta también cada capítulo empieza con la definición de una palabra, según el diccionario, que está relacionada con el contenido del capítulo.
En esta ocasión, nos encontramos a Caldas en el hospital, junto con el hermano de su padre, que está muy enfermo, y haciéndole compañía a este, cuándo es avisado de que un cadáver ha aparecido en el puerto de Panxón. Caldas, junto con su ayudante Rafael, aragonés, recientemente trasladado a Galicia, se ponen en el caso, pero como siempre, Rafael se desespera por las respuestas poco concretas de los habitantes del pueblo.

" - Para mí que tenía miedo.
- ¿Miedo?
- Miedo, si - repitió.
- ¿ Le dijo él que estaba asustado?
- El Rubio hablaba poco.
- ¿Entonces?
- Ocurrían cosas raras.
- ¿ A qué se refiere?
- Cosas - respondió el viejo volviendo a su cueva."


A medida que la investigación va avanzando, todo parece apuntar a un naufragio sucedido varios años antes, del cual la única víctima mortal fue el capitán.

Narrada de manera que nos traslada hasta un típico pueblo marinero, puedo decir que la segunda novela del inspector Leo Caldas no me ha decepcionado en absoluto. Con una narración ágil, hace que vivas el ambiente, a la vez que va describiendo perfectamente los paisajes y los personajes, dando la sensación de que estás ahí, y vives con ellos la investigación hasta llegar a un desenlace que parece que se va desvelando a partir de la tercera parte del libro, pero.... de golpe llega la sorpresa final.

" No tienes idea de cómo se queda un pueblo marinero cuándo un barco se hunde. Se camina en silencio, se habla en voz baja. Durante ese tiempo solo se oyen las campanas de la iglesia y el mar recordándonos a todos su fuerza. (...) No sé si sabes que a la playa a la que fue a parar el cuerpo del Rubio, a la Madorra, han llegado muchos ahogados. La corriente los devuelve a la orilla y aparecen flotando aquí, entre las algas. De unos se sabe el nombre porque había noticia de algún hundimiento, pero de otros no se conoce más que la fecha en que fueron encontrados. La gente del pueblo los llevaba al cementerio para darles sepultura".

En mi opinión, una estupenda novela policial, que he disfrutado mucho leyendo, y  que gustará especialmente a todos los que vivan en Galicia, más concretamente en la provincia de Vigo, ya que es allí donde se sitúa la acción.