A timba abierta - Óscar Urra

SINOPSIS.
Julio Cabria, detective y ludópata empedernido, se sienta en la cornisa de la fachada de su despacho de la calle Doctor Cortezo, junto a la madrileña plaza de Tirso de Molina. Acostado en el borde, va a suicidarse dejándose rodar al vacío: un salto enérgico hacia la muerte le parece inadecuado a su estado de ánimo. El Botines, un mafioso conocido en el barrio, aparecerá en ese momento para hacerle el encargo que le puede salvar la vida. Debe encontrar a la mujer que todos parecen buscar últimamente, Pandora. Pero ¿quién es Pandora? ¿Dónde está? Y ¿por qué interesarse por ella suele acarrear la muerte?.

OPINIÓN PERSONAL.
Esta ha sido mi primera incursión el el mundo de Julio Cabria, un detective ludópata, cinéfilo y culto, que tiene su radio de acción en el Madrid más castizo. Un detective atípico, lector de los escritores españoles del siglo XVIII,  con una relación, digamos peculiar, con el inspector de policía Meléndez  (novio de su ex-mujer ), con el camarero de su bar favorito, Cesar,  y un confidente de la policía, el Vitriolo, desecho humano y saco de todos los golpes.

Debido a un encargo que le hacen, y que debe aceptar debido a sus deudas de juego, nos pasamos la novela buscando a Pandora, una italiana llegada a Madrid, que es buscada tanto como la policía como por los mafiosos, pero que nadie ha visto ni conoce. Es como buscar una aguja en un pajar, sin saber ni siquiera a quién o qué estamos buscando.

" Recordaba el caso. Un tipo apareció con los veinte dedos cortados y alojados en alguna otra parte de su cuerpo; los otros dos cadáveres se descubrieron una semana después en un sótano de la calle Mesón de Paredes: uno, con más que evidentes señales de tortura; el otro, más afortunado, y seguramente testigo que esperaba su momento, falleció de un paro cardíaco. El asunto fue muy comentado en la barra de los bares, entre tapas de higadillo y raciones de entresijos.".

Una novela en la que encontramos todo lo necesario para tener una buena literatura negra: policías, detectives, asesinos, confidentes, camareros de bar que ocultan más de lo que enseñan... y una trama inteligente que no te permite ni vislumbrar el desenlace hasta el final.

Una novela perfectamente escrita que me ha sorprendido favorablemente, con una prosa impecable, corta pero intensa y dura, en la que se van intercalando las andanzas de Cabria y de Meléndez, con los escritos del blog de un anarquista. Que te sumerge en la vida de unos personajes marginales pero muy reales, y que te mantiene en vilo hasta la última página para descubrir el secreto que esconde Pandora. Una lectura más que recomendable para los amantes de la más pura novela negra.

Muchas gracias a la Editorial Salto de Página por el envío el ejemplar.