Un cadáver en la cocina - Tim Cockey

SINOPSIS.
Hitchcock Sewell, el joven, irónico y fisgón enterrador de Baltimore, se encuentra una mañana en una situación muy comprometida: su amigo Sisco Fontaine le pide que se deshaga de un cadáver que ha aparecido apuñalado en la cocina y que resulta ser el (difunto) marido de la mujer con la que andaba enrollado. Aunque Hitchcock es un buen amigo, no está dispuesto a meterse en un lío semejante; no obstante, los familiares de la víctima, y mucho menos la policía, no permitirán que se desentienda del asunto. Para colomo una anciana, antigua amiga de Hitchcock, muere en extrañas circunstancias en un geriáticro cercano, y el enterrador, poco amante de las casualidades y menos aún de tomarse en broma la muerte (gajes del oficio), no cesará hasta esclarecer por qué alguien podría tener algo en contra de esa viejecita adorable.
Ya sabemos que Hitchcock tiene la mala costumbre de meterse donde no le llaman, y en esta ocasión volverá a curiosear e indagar por todas partes con la ayuda de Julia, su despampanante ex mujer; tu tía Billie, socia en Pompas Fúnebres y cierta rubia con sombrero de cowgirl que le servirá de apoyo en los momentos difíciles.
Una novela divertida, irónica, cargada de ingenio y sombría a ratos, para todos aquellos que disfruten de la intriga mezclada con un irreverente sentido del humor.

OPINIÓN PERSONAL.
Este libro llevaba como mínimo un par de años en mi estantería (como tantos otros que tengo que ir leyendo poco a poco) y por fin, me he decidido a leerlo.
La verdad es que no conocía al autor, parece ser que este es el segundo con el mismo protagonista, pero no he tenido ningún problema en seguir el hilo sin haber leído el anterior.

El protagonista, Hitchcock se ve metido sin comerlo ni beberlo, en el asesino del marido de la amante de un amigo suyo, Sisco

" Eran las cinco de la madrugada. Hacía menos de diez horas, yo estaba felizmente instalado en mi horrible sillón leyendo las hazañas del tarado de Theodore Roosevelt. Una tranquila noche en casa. El perro a mis pies. Música suave de instrumentos de cuerda en el equipo de música. Un fuego imaginario en mi imaginaria chimenea (...) el segundo error lo cometí horas más tarde, poco después de las cuatro, cuando sonó el teléfono. Bueno... el error fue contestar"

A lo largo de la novela, vamos asistiendo a las labores típicas de su oficio y sus conquistas,  mezcladas con las "investigaciones" acerca de la muerte del marido de la amante de su amigo, así como de una antigua conocida que también por "casualidad" aparece muerta de un día para otro en una residencia de ancianos.

"- No quiero interponerme entre tú y un dentista muerto - dijo Angela . Descarté media docena de respuestas y me sentí el mejor hombre del mundo. Mientras regresaba a casa, tarareé una melodía muy complicada de Duke Ellington. 
Resultó que el dentista era shriner. El velatorio iba a celebrarse esa noche en el tempo de los shriners, un lugar llamado Templo Boumi (...) Billie me entregó una bolsa de horquillas. - ¿Para qué es esto? - pregunté.
Ella entró en la casa y salió un minuto después con una sombrerera. Me la entregó ceremoniosamente.
- Diviértete."

Lamento decir esto, porque llevaba una buena racha con las lecturas, pero la verdad es que este libro no me ha gustado. El planteamiento en sí puede ser bueno: el enterrador entrometido, husmeando cual detective aficionado, mujeriego y simpático, pero creo que no le han sacado suficiente partido. Se me ha hecho pesada. Lo he encontrado poco coherente, los casos que al  principio parecen no tener nada que ver al final se entrecruzan pero de una forma muy cogida por los pelos , quedan cabos sueltos... No quiero influir a nadie con mi opinión, es personal como siempre pongo al principio, y cada uno tiene sus gustos, pero para mí, un libro totalmente prescindible.