Reír al viento - Sandra Barneda

SINOPSIS.
Alex, una escritora de libros de autoayuda que necesita ayudarse a si misma  decide hacer un viaje al corazón de Bali. En su camino, conocerá a una maestra espiritual, a dos hermanas muy distintas y a una enigmática pintora de diosas. Y se topará con la sorpresa de un asesinato. Novedosa y contemporánea, divertida y emocionante, esta novela de aventuras con tintes policíacos es un canto a la vida y a la necesidad de ser nosotros mismos.
Magistralmente escrita, con Alex, una protagonista difícil de olvidar, la periodista Sandra Barneda se estrena en la literatura con esta perfecta mezcla de obra intimista y novela negra llena de atmósfera.

OPINIÓN PERSONAL.
Escrita en primera persona y con un tono humorístico y sarcástico, que hace que te enganches a la protagonista nada más conocerla, narra las aventuras de Alex que, tras una ruptura amorosa,  decide tomarse un tiempo para ella y siguiendo el consejo de un amigo, se marcha  a Bali a aprender surf.

Lo que nada más llegar empieza muy bien, se tuerce al poco de estar allí debido a una caída que la obliga a tener inmovilizada la pierna y guardar descanso durante una semana. Además, después de una noche de pasión mantenida con un joven desconocido, la policía acude a su hotel para hacerle preguntas sobre él ya que por lo visto ha desaparecido.

Por suerte, pronto se refugia en Blanca, una española que ha conocido en el avión, que la lleva a su retiro espiritual, donde conoce a María y a Raquel, dos hermanas también españolas.
Allí, junto con las otras tres mujeres, es donde toma contacto con su alma y rompe las barreras que tenía en su interior.
Pero claro, las cosas no son siempre tan espirituales ni tan maravillosas como parecen, y como no... vuelven a torcerse.

"...lo reconozco, estaba encabronada, porque los planes en Villa Mitología no habían salido como yo me imaginaba: tres mujeres solteras en Bali, después de pasar unas semanas de profundidades, almas y ángeles deciden tirarse a la frivolidad de la vida. Alcohol, jovencitos, música, olas y lo que venga ¡pues nada de eso! Mil problemas con mi ex, mi hijo sometiéndome a un chantaje emocional que casi adelanto el billete de vuelta y una "artista" (si, entre comillas lo de artista) que va de auténtica con sus cuadros".

A través de todo el libro vamos profundizando en los lazos de amistad que se van forjando entre Alex y sus nuevas amigas.

Una novela muy visual, con un monton de descripciones maravillosas de paisajes, de personas, de sentimientos... un viaje físico pero también un viaje al interior de la protagonista, donde descubre partes de su yo que desconocía, donde encuentra sentimientos y sensaciones que estaban en su interior escondidos, necesitando solo de un estímulo para salir a la luz.

" Comenzó a clarear, se había formado una especie de vaho que podía entorpecer el festival de luz y color para una nítida salida del sol. De la opacidad mas absoluta... a los primeros trazos de sombras de montañas y siluetas de rocas. Era el momento en que la oscuridad y luz medían sus fuerzas. El mundo estaba naciendo de nuevo a nuestros pies, brotaba de una neblina grisácea y mostraba orgulloso su grandeza, su poder celestial. Sentí que mi corazón bombeaba de vida, de exaltación a lo que existe pero se renueva a cada paso. Mis ojos evitaban parpadear, se habían quedado hipnotizados para no perderse el levantamiento del velo a un mundo lleno de color"

Decir que el libro me ha gustado es poco, me ha encantado! Me he sentido transportada a ese paraíso, he sentido las sensaciones de la protagonista, me he sentido identificada con ella a menudo, con sus pensamientos... en fin, que de lo que llevamos de año y de las novelas que llevo leídas, esta ha sido sin duda (en mi humilde opinión) la mejor.

Como final a esta reseña, os dejo uno de los últimos párrafos del libro, que me ha encantado (tranquilos, no desvelo nada del final con esto)

" Querida Alex, me llevo todas las sonrisas que compartimos, todo tu cariño ¡Luchadora! Abandona las batallas, suelta las armas. Vive como quieras, levanta las manos y quítate las cadenas invisibles que el miedo nos construye a base de lamentos. Comprueba la fortaleza, siente la energía que, como de la misma tierra, brota dentro de ti (...) vive con hermosura y comparte. No me despido de tí, ni de nadie. No hay despedidas, hay encuentros"

¿No es precioso?